“Experiencia no es lo que te pasa en la vida, es lo que haces con lo que te pasa en la vida”
En el año de la crisis supimos que debíamos redoblar nuestros esfuerzos para ayudar a muchos a mantener su espíritu en alto frente a un mercado laboral que se anunciaba duro y complicado. ¿Cómo enfocar la atención y la energía de las personas en busca de trabajo para que logren sus objetivos sin desmoralizarse por las noticias negativas que llegaban diariamente? La tarea fue un reto único. Partimos por afirmar que, en efecto, la crisis complicaría las cosas, pero también que no podía derrotarnos por adelantado. Apelamos a la fuerza peruana para enfrentar dificultades, recordándoles las veces que enfrentaron problemas y cómo salieron adelante, gracias a su esfuerzo y dedicación. Los ayudamos a focalizarse en los pasos y la estructura del proceso sin perder tiempo. Definieron planes y objetivos, y trabajaron a tiempo completo en sus programas de recolocación, determinados a labrar su propia realidad. Mantener la moral, la confianza en ellos mismos y en su capacidad en un ambiente de fe, solidaridad y mucha actividad se volvió la clave de nuestro accionar diario. ¡Y lo logramos! Celebramos cada colocación como un buen auspicio para la siguiente. Fomentamos los vínculos humanos, compartiendo información, historias de éxito, contactos, buenos momentos, charlas y muchas reuniones. Ciertamente, todos enfrentaron momentos de duda y temor, pero aceptarlos con lucidez y madurez les permitió sacar la fuerza necesaria para evitar que el desánimo los dominara. Más que nunca una de mis citas favoritas de Aldous Huxley mostró su vigencia: “Experiencia no es lo que te pasa en la vida, es lo que haces con lo que te pasa en la vida”. Así volví a comprobar, con resultados cuantitativos en términos de recolocaciones, algo que ya sabía: ¡Para alcanzar una meta el sentido de urgencia, el método y la dedicación son determinantes, pero creer verdaderamente que se puede triunfar es la clave para lograrlo! ¡Y esa fuerza interna, llámese fe, voluntad, garra o energía positiva que nos hace imparables, está allí, dentro de nosotros, lista para acudir si la buscamos!
En el año de la crisis supimos que debíamos redoblar nuestros esfuerzos para ayudar a muchos a mantener su espíritu en alto frente a un mercado laboral que se anunciaba duro y complicado. ¿Cómo enfocar la atención y la energía de las personas en busca de trabajo para que logren sus objetivos sin desmoralizarse por las noticias negativas que llegaban diariamente? La tarea fue un reto único. Partimos por afirmar que, en efecto, la crisis complicaría las cosas, pero también que no podía derrotarnos por adelantado. Apelamos a la fuerza peruana para enfrentar dificultades, recordándoles las veces que enfrentaron problemas y cómo salieron adelante, gracias a su esfuerzo y dedicación. Los ayudamos a focalizarse en los pasos y la estructura del proceso sin perder tiempo. Definieron planes y objetivos, y trabajaron a tiempo completo en sus programas de recolocación, determinados a labrar su propia realidad. Mantener la moral, la confianza en ellos mismos y en su capacidad en un ambiente de fe, solidaridad y mucha actividad se volvió la clave de nuestro accionar diario. ¡Y lo logramos! Celebramos cada colocación como un buen auspicio para la siguiente. Fomentamos los vínculos humanos, compartiendo información, historias de éxito, contactos, buenos momentos, charlas y muchas reuniones. Ciertamente, todos enfrentaron momentos de duda y temor, pero aceptarlos con lucidez y madurez les permitió sacar la fuerza necesaria para evitar que el desánimo los dominara. Más que nunca una de mis citas favoritas de Aldous Huxley mostró su vigencia: “Experiencia no es lo que te pasa en la vida, es lo que haces con lo que te pasa en la vida”. Así volví a comprobar, con resultados cuantitativos en términos de recolocaciones, algo que ya sabía: ¡Para alcanzar una meta el sentido de urgencia, el método y la dedicación son determinantes, pero creer verdaderamente que se puede triunfar es la clave para lograrlo! ¡Y esa fuerza interna, llámese fe, voluntad, garra o energía positiva que nos hace imparables, está allí, dentro de nosotros, lista para acudir si la buscamos!
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