Antes que me botaran de Perú 21 terminaba todos los años con una columna con ese título. Hacía el balance de lo bueno y lo malo que nos dejaba el año. Y expresaba que sería bueno que nos trajera el próximo año. Así que voy a repetir el ejercicio e invitarlos a completar las listas.   Que de bueno nos deja el 2009: (1) superamos la prueba de fuego de nuestra economía, pues la crisis internacional no melló nuestra esperanza gracias a que crecimos (poquito pero crecimos), y las expectativas muestran signos de esperanza para el futuro razonable (lo que en un gobierno de Alan García es doblemente asombroso y gratificante; (2) otra calificación con grado de inversión para el Perú (obtenida en un año de crisis); (3) el Poder Judicial dio signos de que avanzamos para acabar la impunidad y condenó a Fujimori una y otra vez; (4) la opción antisistema (léase Humala) no pudo usar el abono de la crisis para fertilizar el odio a su favor, más bien el fin de año la deja debilitado; (5) Chávez se viene debilitando y con ello la amenaza intervencionista que representa en Latinoamérica.   Que de malo nos deja el 2009: (1) otro año sin reforma del Estado; (2) otro año sin reducciones de impuestos; (3) soplos populistas prelectorales amenazan el programa económico; (4) una de las víctimas de esos soplos fue el Ministro Carranza; (5) historias de espías y juegos de guerra alimentan la irracional xenofobia antichilena; (6) la policía cada vez más corrupta; (7) peligrosos rebrotes narcosenderistas, (8) otro años sin mucho avanzado para cerrar la brecha de inversión en infraestructura; (9) la amenaza de ese esperpento llamado Código de Consumo que no tiene ni pies ni cabeza; (10) más apristas en la administración pública; (11) un Congreso más desprestigiado con robaluces, viajes en Alas Peruanos y regalitos “tipo prestamo” para financiar conciertos; (12) otra vez (y esta vez con el último puesto) fuera del mundial de fútbol.   Que sería bueno que nos trajera el 2010: (1) que se caiga Chávez; (2) más TLCs, en especial con China y la Unión Europea; (3) aprobación de la renovación parcial del Congreso; (4) que se confirmen las sanciones a Fujimori; (5) que la inversión retome la ruta del crecimiento; (6) que se privatice tanta cosa pendiente; (7) que Alan se quede tranquilito; (8) que se condene a los responsables de los petroaudios (a los que están detenidos y a los que están pasando piola).   En el balance el 2009 fue un buen año. Es bueno acabar bien un buen año, pero es mejor acabar bien un mal año. El país consiguió esto último. Pero no debemos dormirnos en el 2010 sobre nuestros laureles. Es fácil relajarse y meter la pata cuando las cosas pintan mejor.



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